Este edificio monumental, uno de los iconos más poderosos de nuestra ciudad, fue construido entre 1904 y 1919, en lo que constituyó una de las etapas más esplendorosas y fructíferas en la historia del urbanismo madrileño.
Su arquitecto, Antonio Palacios, uno de esos genios que todavía no ha alcanzado el reconocimiento que se merece, ideó un majestuoso conjunto de estilo ecléctico, en el que se mezclan influencias estadounidenses, francesas y, por supuesto, hispánicas, además de rasgos típicamente modernistas.
Colaboraron con él el arquitecto Joaquín Otamendi y el ingeniero Ángel Chueca Sainz, además de numerosos artesanos y artistas, como el escultor Ángel García Díaz.
El interior sorprende por la armónica convivencia de las vanguardias arquitectónicas de principios del siglo XX con detalles historicistas, que recrean el gótico tardío español y el estilo del arquitecto renacentista Rodrigo Gil de Hontañón, por el cual Palacios sentía pasión.
La sinceridad estructural que preside cada una de las plantas, con los materiales de hierro desnudos, se da la mano con la rica ornamentación de las bóvedas, sin que tan insólita combinación resulte chirriante. Muy al contrario, todo es absolutamente coherente.
Galería de cristales
Fue una de las primeras dependencias finalizadas, dentro del conjunto de obras destinadas a la remodelación y acondicionamiento del Palacio de Cibeles como nueva sede municipal.
Se trata de una enorme bóveda acristalada, de geometría irregular, que cubre una superficie de aproximadamente 2.400 metros cuadrados, mediante la cual se comunican las calles de Alcalá y de Montalbán.
Este espacio fue concebido por Palacios y Otamendi como un pasaje, aunque posteriormente fue utilizado como patio de descargas del servicio de correos. Con la nueva cubierta, se pretende que cumpla una función representativa, como lugar de celebraciones de actos y eventos.
Centro cultural
El enorme edificio no sólo tendrá un uso institucional y administrativo, como sede municipal, sino que también acogerá un nuevo complejo cultural, que llevará el nombre de CentroCentro.
Cuenta con salas de exposiciones, lugares de esparcimiento y un auditorio con capacidad para casi 300 personas.
Desde la torre
La torre central del Palacio de Cibeles, de setenta metros de altura, ha sido habilitada como mirador. Las vistas que se divisan desde este punto son sencillamente fantásticas.
Esperemos que se siga permitiendo la visita a este mirador, incluso cuando concluyan el próximo mes de julio las jornadas de puertas abiertas.
Esperemos que se siga permitiendo la visita a este mirador, incluso cuando concluyan el próximo mes de julio las jornadas de puertas abiertas.
Hola Jesús,
ResponderEliminarSiempre diré lo mismo, ¡precioso! este edificio de aspecto casi catedralicio. Con las obligadas modificaciones y aditamentos, podría servir perfectamente de lugar de culto.
Aunque ya lo sea para algunos, me incluyo, amantes de la arquitectura y del buen hacer del señor Palacios.
Gracias Jesús por tu reportaje del palacio de Palacios.
Un abrazo.
P.D. La foto anterior a "Galería de cristales", ¿está girada 90º adrede?
Hola Manuel:
ResponderEliminarUy! Vaya despiste, si es que las prisas no son buenas. Pues nada, corrijo inmediatamente esa posición girada de la foto (qué bochorno...!!). Muchas gracias por avisarme.
Siguiendo tu discurso, creo que habrá que crear un club de fans del señor Palacios. Pese a la cantidad de adeptos, creo que se merece u reconocimiento aún mayor.
Un abrazo y, de nuevo, gracias, Jesús
Hola Jesús,
ResponderEliminarlo mismo digo... ¿qué podría añadir acerca del Sr. Palacios?, me apunto a ese club de fans :-)
Enhorabuena por el reportaje, completísimo, como siempre.
Gracias Mercedes. Todos compartimos una gran admiración por Antonio Palacios, la pena es que, a escala popular, muy poca gente conoce quién fue y su contribución a la hora de configurar el perfil urbano de Madrid.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús
Hola Jesus. Estupendo post. Yo tambien me apunto al club de fans de D. Antonio Palacios. No habia entrado nunca, y estuve el otro dia, la verdad es que es majestuoso tambien por dentro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola José:
ResponderEliminarLo bueno de la rehabilitación del edificio es que nos ha reunido a todos los blogueros para verlo y comentarlo. La próxima vez tenemos que hacer una "quedada", jeje.
Gracias por el comentario. Saludos, Jesús
A mí me gustaría más que esa zona de antiguo patio, con esa cúpula que ha costado millones de euros (que pagaremos durante años) fuera de uso público. Al fin y al cabo, eso era una calle, el callejón de Alarcón, creo que se llamaba. Correos se lo apropió para sus cargas y descargas en tiempos de dictadura y limitó el paso de los ciudadanos. Ahora podría abrirse de nuevo al público ya que es calle y ya que lo hemos pagado. Pero normalmente está cerrado a cal y canto y cuando hay una cena, un acto público, un desfile de modas, una presentación de un vehículo nuevo no puede pasar nadie si no está invitado.
ResponderEliminarHola Cecilia:
ResponderEliminarEs que el debate da para mucho: los costes de todas estas intervenciones asustan, sólo hay que echar un vistazo a las cuentas municipales!!!
Con respecto al uso abierto/restringido de esa vía, vuelves a tener razón y añado que hay otras que están en una situación parecida, esto es, que se utilizan particularmente. El Pasaje de la Caja de Ahorros, cerca de Sol, tiene un acceso limitado a Caja Madrid. El Pasadizo del Panecillo, por su parte, se ha convertido en una vía de acceso sólo y exclusivamente para los propietarios de un garaje privado que tiene ahí su acceso (y en alguna parte he leído que este pasadizo se ha cedido a la Basílica Pontificia de San Miguel). En fin, que la lista es larga...
Un abrazo y muchas gracias, Jesús