Estamos ante una de las escasas muestras de escultura medieval que tenemos en la capital y, sin embargo, no puede ser visitada, al estar ubicada en la zona de clausura del nuevo Convento de Santo Domingo, en el número 112 de la Calle de Claudio Coello.
La talla en un fotograbado de principios del siglo XX.
Historia
La Madona de Madrid se veneraba en el desaparecido Convento de Santo Domingo el Real, el primero de nuestro país regentado por una congregación femenina, según figura en algunas fuentes. Fue construido en 1218, en el solar sobre el que actualmente se extiende la Plaza de Santo Domingo.
La tradición sostiene que la imagen llegó a esta institución en 1228, año en el que Fernando III el Santo (1199-1252) tomó a las monjas bajo su protección y les hizo entrega de los terrenos de la llamada Huerta de la Reina.
No obstante, la hipótesis más aceptada es que, dadas sus características formales, la estatua sea de mediados del siglo XIV. Pero de lo que no cabe ninguna duda es que fue donada por algún miembro de la realeza, como así se desprende de las armas labradas en su base, alusivas a la Corona de Castilla y León.
Fotografía de Mercedes Pérez Vidal.
Es posible que fuese una donación de Pedro I el Cruel (1334-1369) o tal vez de su nieta, Constanza de Castilla y Eril, que fue abadesa del convento durante buena parte del siglo XV. A ella se debió el traslado de los restos mortales de su abuelo, el rey, desde su primer enterramiento en Puebla de Alcocer (Badajoz) hasta Santo Domingo el Real.
En 1869 se ordenó la demolición del monasterio, lo que supuso la desaparición de casi todos los tesoros artísticos y documentos históricos que se custodiaban en sus dependencias. Una pérdida de incalculable valor, que los madrileños no hemos lamentado lo suficiente.
Las monjas fueron acogidas en el Convento de Santa Catalina de Siena, en la Calle de Mesón de Paredes. Aquí permanecieron hasta 1882, año en el que se trasladaron al actual edificio de la Calle de Claudio Coello, cuya construcción dio comienzo en 1879, a partir de un proyecto del arquitecto Vicente Carrasco.
Interior de Santo Domingo el Real en una estampa anterior a 1869. Museo de Historia.
Además de la talla que nos ocupa, las religiosas se llevaron consigo la pila bautismal donde, según la tradición católica, fue cristianado Santo Domingo de Guzmán (1170-1221). Desde tiempos de Felipe III (1578-1621), es utilizada por la Familia Real española para bautizar a sus descendientes.
Otra de las obras rescatadas fue el sepulcro tardomedieval de Pedro I el Cruel, que se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional, en la madrileña Calle de Serrano.
La Madona de Madrid sólo ha salido de su actual emplazamiento en muy contadas ocasiones, con motivo de la celebración de algún acto religioso, caso de la procesión que tuvo lugar el 8 de diciembre de 1929, o de una alguna que otra exposición, como la organizada en 1986 para conmemorar el centenario de la Diócesis de Madrid-Alcalá.
Descripción
En pleno Siglo de Oro, el clérigo Jerónimo de Quintana, considerado por muchos como el primer cronista de la Villa de Madrid, dijo de la imagen que era "grande, de bulto". Quizá fue una calificación excesivamente generosa, ya que la talla mide aproximadamente 100 centímetros de alto, 45 centímetros de ancho y 20 centímetros de fondo.
Fotografía del catálogo de la Exposición conmemorativa del centenario de la Diócesis de Madrid-Alcalá (1986). En la actualidad, la Virgen está coronada.
Santa María aparece sentada en un trono bajo, con una expresión entre serena y alegre. Con el brazo derecho agarra una rosa, mientras que, con el izquierdo, toma a su hijo, mostrándolo al mundo. En plena consonancia con las pautas románicas, se ha rebajado la carga maternal, para enfatizar la majestad del recién nacido.
La escultura utiliza el modelo sedente característico del románico, si bien la riqueza de matices conseguida en los rostros de la Virgen y el Niño, así como la sensación de movimiento que transmite el manto materno, revelan que estamos ante una fase muy tardía del citado estilo.
El Niño Jesús se encuentra también sentado, apoyado sobre una de las piernas de la Virgen. Con una de sus manos, imparte la bendición y, con la otra, sostiene un pequeño libro. Le envuelve parcialmente el gran manto de la madre, con la que ésta se cubre desde el cuello hasta los pies del sitial.
La escultura está hecha en madera policromada, con el rojo, el negro y el oro como colores dominantes. En su parte inferior, se alternan representaciones de castillos y leones heráldicos, que informan de su procedencia real.
Hola Jesús,
ResponderEliminardesde luego es una pena que una obra como esta no se pueda contemplar, no sabía que estuvo en una exposicion en 1986, ¿dónde?, ¿tú la has visto?.
Me atrae mucho toda la historia alrededor del Convento de Santo Domingo, gracias por el post,
saludos.
(PD: ¿en la calle de Mesón de Constanza? :-))
Hola Mercedes!! Vaya despiste con lo de la calle (he mezclado Mesón de Paredes con Constanza de Castilla)!! Ya lo he corregido. Muchas gracias Mercedes por el aviso (era lógicamente Mesón de Paredes, una de las muchas sedes que tuvo ese convento tan itinerante).
ResponderEliminarNo he visto la imagen. Ojalá hubiera tenido ocasión, con lo que me gusta a mí el arte medieval. La exposición se celebró en 1986 en el Monte de Piedad y reunió diferentes piezas de arte sacro, con motivo del centenario del arzobispado de Madrid-Alcalá. En la hemeroteca de ABC hay un artículo muy completo:
http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1986/02/13/104.html
Muchas gracias de nuevo. Un abrazo fuerte, Jesús
Está claro que era un despiste sin importancia, Jesús :-)
ResponderEliminarMuchas gracias por el artículo, muy interesante.
Jesús, fascinante historia la que nos has contado. Sabia de la historia del Convento de Santo Domingo, pero no sabia nada de La Madona.
ResponderEliminarIncreible tambien, el despilfarro de historia que tenemos en Madrid, me refiero a que no se respetaba nada para la posteridad...debia ser algun problema cultural.
Enhorabuena por el post. Saludos.
Hola José! Es verdad, debemos tener algún gen por ahí mal desarrollado, que nos ha llevado a destrozar casi todo nuestro patrimonio histórico y, más en concreto, el medieval.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús
Debería darse a conocer más todo el patrimonio que tenemos, que es fantástico. Nos ayudaría a conocer mejor nuestra historia y nuestras raíces. Por cierto, ha estado gracioso el lapsus de Mesón de Constanza. A màs de uno habrás vuelto loco buscando la ubicación.
ResponderEliminarMagnífico post y grabados, Jesús.
Un abrazo.
Posts como este me hacen ver lo poco que conozco de Madrid y me animan a recorrer la ciudad y entrar a visitar sus iglesias, algo que nunca hago. Siempre ando corriendo para llegar a algún sitio: mal hecho, me pierdo tanto de historia! Gracias por tu labor constante con este blog. Por cierto, vamos a poder conocerte en el II Encuentro de bloggers Madroñosfera? Es el día 16 de diciembre. Si te apetece venir, pásate por mi blog y déjame un comentario o envíame un mensaje. El otro encuentro fue fantástico.
ResponderEliminarUn abrazo!
Yo estuve en esa exposición y tengo alguna foto que hice, el problema es que por aquél entonces mi cámara era tan mala que no se si merecerá la pena buscar la foto.
ResponderEliminarOs habeis fijado en el gran parecido que tiene la Madona con la Almudena?, la diferencia es que una está de pie y otra sentada.
Por lo que creo recordar, me parece a mí que la imagen tiene que ser un poco más tardía que del XIV, incluso del XVI o XVII diría yo, de todas formas no me hagais mucho caso, porque hace mucho tiempo de aquello.
Jesús, tenemos que poner manos a la obra a ver de que manera entramos en el convento. Sabes fontanería??, jajajaja
Hola Manuel y Bea!! Es una pena!! Esa práctica desaparición de nuestro patrimonio medieval lleva a mucha gente a pensar que Madrid prácticamente nació a finales del siglo XVI, con la capitalidad!! Un abrazo y gracias por vuestros comentarios, Jesús
ResponderEliminarHola Bélok!! ¡¡¡Qué suerte haber estado en aquella exposición!!! ¿Para cuándo el Arzobispado nos preparará otra? Gracias por este aporte sobre el origen de la imagen y sus similitudes con la Almudena..., aunque me hace ilusión pensar que es del XIV. Cómo tenemos tan poquito... Un abtrazo, Jesús
Hola Jesús,
ResponderEliminarHemos conseguido una foto de la Madona de Madrid, que podéis contempar en http://www.fotomadrid.com/ver/1262
Un saludo,
Juan Antonio
Hola Juan Antonio:
ResponderEliminarEnhorabuena por la foto. Es todo un logro!! Supongo que fue emocionante poder ver la talla en vivo y en directo. Felicitaciones!!
Yo sí he tenido la oportunidad de verla, tanto en la Exposición por el Centenario de la Diócesis como en la clausura del Monasterio
ResponderEliminarMe ha encantado. Aparte, quisiera saber donde pasaron a estar los objetos que se encontraba en la iglesia y el monasterio. Es para una bio de Don Pedro I.
ResponderEliminarActualmente y desde el traslado de las ultimas dominicas del monasterio de Claudio Coello a otras Casas de la Orden parece ser que tanto la pila bautismal como la imagen de la virgen se encuentran el la basílica de la Virgen de Atocha. El monasterio que nos ocupa está cerrado. Gracias por esa información tan valiosa y que solo puede leerse en libros especializados en la historia de Madrid
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