lunes, 22 de agosto de 2011
La sillería de Santa María de Valdeiglesias
Fuente: Región de Murcia Digital.
La sección "Madrid fuera de Madrid" pretende seguir la pista de aquellas piezas de arte que, teniendo un origen madrileño, han acabado fuera de nuestra región. Con tal motivo, visitamos la Catedral de Murcia, donde localizamos una de las mejores sillerías jamás realizadas dentro del actual territorio de la Comunidad de Madrid.
Se trata del coro del Monasterio de Santa María de Valdeiglesias, de Pelayos de la Presa, uno de los pocos tesoros que lograron salvarse de este conjunto, actualmente en ruinas, tras quedar abandonado en 1836 a raíz de la Desamortización de Mendizábal.
Esta obra plateresca, labrada entre 1567 y 1571 por el tallista Rafael de León, llegó a Murcia en tiempos de Isabel II (r. 1833-1868), poco después de que la catedral de esta ciudad se quedase sin sillería durante el incendio acaecido en 1854.
Fuente: Región de Murcia Digital.
Mariano Barrio Fernández, Obispo de Cartagena entre 1861 y 1876, solicitó a la Casa Real su intervención y consiguió que la reina firmase una Real Orden autorizando la cesión de la sillería madrileña a su diócesis.
Ésta se encontraba en aquel entonces en la Universidad Central de Madrid, en el viejo caserón de la Calle de San Bernardo, en espera de su traslado a San Jerónimo el Real, donde estaba planeada su instalación.
Los trabajos de adaptación al coro catedralicio corrieron a cargo de José Pérez Benito, autor también del sillón episcopal que posteriormente fue añadido para completar el conjunto.
La sillería de Santa María de Valdeiglesias lleva casi dos siglos en la catedral murciana. Ocupa la parte central de la nave principal, donde antes estuvo una sillería neoclásica de finales del siglo XVIII y principios del XIX, que, a su vez, había sustituido a una sillería tardogótica, de mediados del siglo XV.
Fuente: jdiezarnal.com.
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- La Fuente del Águila, de la Casa de Campo
- De La Latina al Castillo de la Mota
- El templete de la Red de San Luis
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Hola Jesús,
ResponderEliminarMenos mal que sobrevivió, porque es realmente preciosa. Con razón la querían para San Jerónimo el Real.
Fenomenal seguimiento de esta magnífica obra de arte. No se te escapa nada de lo que fue en su día la sierra oeste.
Un abrazo.
Preciosa sillería desde luego. Y es que la época renacentista fue muy buena para las sillerías, la verdad es que la mayoría de las que conozco son de esa época. Lástima no haber podido conservar en nuestra comunidad esa joya artística, pero me alegro por Murcia y su preciosa catedral barroca, de la que estoy enamorado también. Como siempre Jesús, una maravilla poder pasar el tiempo leyendo tu blog.
ResponderEliminarHola Manuel:
ResponderEliminarGracias!! Como bien dices, al menos sobrevivió y no fue a parar el mercado de las antigüedades, donde, a buen seguro, hubiese sido troceada y vendida al mejor postor.
Un abrazo, Jesús
Hola Bélok:
ResponderEliminarNo sé si quedan muchas sillerías de este tipo en la Comunidad de Madrid. En Madrid, creo que ninguna; en El Paular, la de la cartuja, que ha sido devuelta tras su paso por San Francisco el Grande. Desconozco si en Alcalá...
Como bien dices, aunque sea lejos, en Murcia, es una suerte que esta sillería no haya desaparecido.
Un abrazo, Jesús
España está repleta de ellas, es una gozada que tengamos tan maravilloso patrimonio artístico.
ResponderEliminarHola Jesus. Perdon por la tardanza en comentar tu magnifico post. Menos mal que se salvó, pero ojala la hubiesen instalado en los Jeronimos, como estaba previsto, asi no habria salido de Madrid.
ResponderEliminarEnhorabuena por el post y un abrazo.
Jose Casado
Hola José:
ResponderEliminarNo te preocupes, no pasa nada. En los Jerónimos, tras las muchas pérdidas sufridas por el templo, hubiese quedado formidable. Pero, en fin, a nuestra reina más castiza esta vez le dio por Murcia.
Un abrazo, Jesús