Fue inaugurado en julio de 1986, a partir de una iniciativa del alcalde Enrique Tierno Galván (1918-86), quien, tras mantener una conversación con Salvador Dalí (1904-89), hizo posible que Madrid sea el único lugar del mundo que tenga un monumento urbano concebido directamente por el pintor.
El diseño daliniano gira sobre Isaac Newton (1643-1727), al que se representa por medio de una estatua de casi tres metros y medio de altura, que descansa sobre un cubo de granito negro. En las caras verticales del pedestal aparecen grabadas, de manera unitaria, las letras que conforman el nombre de Gala (1894-1982), quien fuera compañera y musa del artista.
Se trata de una réplica de una obra existente en el Museo de Figueras, que, a su vez, está sacada del cuadro Fosfeno de Laporte, que Salvador Dalí hizo en el año 1932 como homenaje a otro científico, Gianbattista della Porta (1535-1615).
La escultura está hecha en bronce y consiste en un humanoide, que, en clave surrealista, sostiene un péndulo esférico, en clara alusión a las leyes gravitatorias descubiertas por Newton. En su tronco se abre una cavidad, donde hay colocada otra otra bola, que, como si fuera un corazón, parece hacer referencia a la conexión del hombre con las fuerzas físicas.
A sus espaldas, se eleva un dolmen de catorce metros de alto, que Dalí ideó en forma de trípode, con los soportes convergiendo hacia la parte superior, simbolizando los primeros intentos de la humanidad para desafiar la gravedad.
Esta configuración fue cambiada durante los trabajos de ejecución, desarrollados por el arquitecto Alfonso Güemes y el ingeniero Jesús Jiménez Cañas, adoptándose una disposición vertical de las tres patas.
Además del dolmen y de la escultura, Dalí diseñó un tercer elemento, actualmente desaparecido, consistente en un pavimento radial que, partiendo del dolmen, se extendía a modo de estrella por todo el suelo del recinto circundante, conformándose un espacio conocido como Plaza de Dalí.
En 2005 el Ayuntamiento de Madrid promovió la reforma de la Avenida de Felipe II. El proyecto, firmado por el arquitecto Francisco Mangado Beloqui, contemplaba desplazar el monumento de sitio y separar el dolmen de la escultura.
Hola Jesús,
ResponderEliminarEstupendo post que nos acerca más al mundo particular de ese genio. Perfectas la perspectivas de la primera y última foto. Lástima que la escultura haya sido expoliada tantas veces por vándalos anónimos y otros con nombres y apellidos, porque lo del pavimento no es de recibo. Vuelve a tener péndulos, veamos lo que duran.
Un abrazo
Gracias Antonio. La verdad es que ese vandalismo es recurrente. Su cercanía con el Palacio de los Deportes, donde acuden grandes multitudes, la hace aún más vulnerable. Es una pena, los péndulos han terminado siendo de quita y pon.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús
Hola Jesus. Bonito post, y buenas imagenes. Lo del vandalismo tiene que ver con la educación, o la falta de ella, mas bien.
ResponderEliminarYo tambien opino que no es de recibo, que se haga una obra, diseñada ademas por un genio, y que por caprichos de algunos "iluminados", esa obra se cambie, mutile o cosas peores.
En fin...gracias por mostrarnos esta obra.
Un abrazo.
Muchas gracias José.
EliminarCreo que el tema del vandalismo es mucho más complejo de lo que parece. Tiene sus raíces en la forma de educar a nuestros hijos, pero también en la ausencia de una sanción social. No hay nadie que te mire mal o que te reprenda cuando alguien se comporta como un vándalo. Sale gratis...
Un abrazo, Jesús
Salud don Jesús,
ResponderEliminarImpresionante conjunto escultórico del genio de Figueras, a pesar de haber sido mutilado por consistorios y gente de mal vivir. Siempre me he preguntado si D. Salvador habría llegado a ser "Dalí", sin ese motor propulsor y vampirizante marca "Gala", pues según me contó D. Eduardo Capa (fundidor de "Newton") también aquí la musa le sirvió de modelo.
Magnífico artículo dedicado a esta obra del loco que no estaba loco.
Felicidades y un abrazo.
Hola Manuel:
ResponderEliminarMe encanta ese calificativo de "vampirizante", le viene como anillo al dedo, porque, además de musa, Gala debía ser de campeonato.
Bueno, de nuevo nos vuelves a sorprender, con esas confianzas con los "fundidores newtonianos".
Un abrazo, Jesús
Muerto me acabo de queda querido Jesús. En esta ocasión la telepatía que tenías con Mercedes ha sido conmigo, pero he de reconocer que me has ganado por goleada, ya que tu artículo lleva 2 días de ventaja al mío, jajajaja. Leyendo los dos, supongo que tardará más tiempo en que se nos olviden los datos.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Bélok, pues encantado de tener esa telepatía contigo, que eres toda una referencia para mí. Y, como no podía ser de otro modo, has escrito un artículo excepcional, donde explicas toda la simbología del monumento y lo que un genio como Dalí quiso expresar con el mismo. Desde aquí recomiendo su lectura (sin olvidarnos de las siempre espectaculares fotos de Bélok).
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias, Jesús
A mí me gustan esas telepatías blogueras, suelen ser visiones distintas de un mismo tema que nos enriquecen.
ResponderEliminarNinguno podremos decir ya que no conocemos el dolmen de Dalí a la perfección...
Estupendo artículo, Jesús.
Hola Mercedes:
ResponderEliminarGracias por tu mensaje. Completamente de acuerdo con lo de las telepatías, al final resultan muy enriquecedoras con los diferentes puntos de vista de todos los blogueros.
Un abrazo, Jesús
Muy buen articulo. Coincido con vosotros en que es una pena que los iluminados de turno no respetaran el proyecto original del suelo cuando remodelaron la plaza.
ResponderEliminarEs cierto que por su cercania al palacio de deportes es mas acesible para los vandalos que aprovechan las multitudes para hacer la "gracia" de deteriorar el momumento pero eso como decis es cuestion de falta de educacion.
Un saludo
Muchas gracias Dani. Es una pena que las autoridades, que deben velar por nuestro patrimonio, se comporten como esos vándalos que se dedican a mutilar la estatua.
ResponderEliminarGracias nuevamente y feliz fin de semana. Un abrazo, Jesús