Nos dirigimos al Espacio Fundación Telefónica, un nuevo centro cultural que lleva apenas cuatro meses en funcionamiento. Está situado en el emblemático edificio que la compañía posee en la Gran Vía, levantado entre 1924 y 1929 como uno de los primeros rascacielos de Europa, donde ocupa el costado oriental, con entrada desde la Calle de Fuencarral.
Tiene una extensión de 6.379 metros cuadrados, distribuidos en cuatro plantas, que antaño dieron servicio a lo que fue la primera central automática de telefonía de España y que hoy día acogen un moderno espacio expositivo, fruto de la profunda transformación llevada a cabo entre junio de 2011 y mayo de 2012.
El proyecto ha corrido a cargo de Quanto Arquitectura y Moneo Brock Studio, bajo la dirección de Miguel Ángel García Alonso, y en él ha prevalecido la idea de sinceridad constructiva.
Tomando como base los lofts neoyorquinos, se han recuperado los elementos arquitectónicos originales, tales como las vigas de hierro o los suelos de hormigón pulido, para dejarlos desnudos, completamente visibles, y con ciertas reminiscencias al uso que tuvo el edificio como centro de telecomunicaciones.
Uno de los principales retos que debió afrontar el equipo de arquitectos fue el de la verticalidad. La existencia de cuatro plantas, con arranque desde un vestíbulo relativamente pequeño, impedía una correcta comunicación de las distintas salas, al tiempo que limitaba la percepción de un conjunto unitario.
De ahí que se pusiera el énfasis en los elementos de conexión, con la instalación de un ascensor panorámico de cristal, que también es utilizado como montacargas, y el reforzamiento de la escalera de evacuación, convertida en una escultura flotante, a modo de un gigantesco vegetal que serpentea por los muros.
Nos detenemos en esta escalera, que sorprende por su insinuante movimiento helicoidal. Está apoyada sobre una estructura de aspas, revestidas con planchas de acero cortén, que cruzan en vacío en diagonal y que recorren las cuatro plantas, unificando los diferentes recintos y facilitando una visión global de todo el espacio.
Quanto Arquitectura y Moneo Brock Studio.
Si el continente llama la atención por su espectacularidad, no menos sorprendente es el contenido, con especial mención a la colección de pintura cubista de Telefónica, que se exhibe en la cuarta planta.
Tomando como eje vertebrador a Juan Gris, esta pinacoteca está integrada por obras de Daniel Vázquez Díaz, María Blanchard, Auguste Herbin, Vicente Huidobro y Emilio Pettoruti, entre otros autores que dieron forma a una de las vanguardias más destacadas de principios del siglo XX.
Juan Gris. 'La grappe de raisins' (1925).
Existen otras dos salas de exposiciones, actualmente ocupadas por las muestras Historia de las Telecomunicaciones y Arte y vida artificial (1999-2012), además de un auditorio, áreas de consulta y salas reversibles para la realización de talleres y otras actividades.
Un edificio singular y muy bello, del que guardo muchos recuerdos pues me he alojado muchas veces en un hotel desde donde podía ver su fachada.Su iluminado reloj me acompañaba por las noches.
ResponderEliminarMuy buena entrada!
Hola Pilar:
EliminarMuchas gracias por impartir tus recuerdos con nosotros. El edificio es un símbolo de un Madrid que quiso apuntarse a la modernidad y, en cierto modo, lo consiguió!!
Un abrazo, Jesús
Hola Jesús,
ResponderEliminarEs un reportaje de revista de arquitectura, mejor documentado que muchas de ellas. El apoyo de la escalera es simplemente genial.
Hay edificios que tienen la suerte de resurgir de sus propias cenizas y este es uno de ellos.
Enhorabuena y un abrazo.
Hola Antonio:
ResponderEliminarMuchas gracias, eres demasiado generoso. La escalera me enamoró desde el primer momento. Es todo un acierto!!!
Un abrazo, Jesús
Que preciosidad , apuntado queda para mi próxima visita que haga a Madrid ,que preciosidad de escalera !!! yo que pensaba que ese edificio solo tenía la tienda de móviles de movistar y oficinas , me ha encantado
ResponderEliminarHola Slu. No te lo pierdas. Merece la pena visitarlo, además la exposición Arte y Vida Artificial está muy bien, pero eso sí, procura ir con la visita guiada, ya que, de lo contrario, no ponen en marcha los robots.
ResponderEliminarSi vas, espero ansioso tus fotos en tu blog. Un abrazo, Jesús
Bueno, que decir de esa escalera, pues sencillamente que GENIAL!. Después de un largo tiempo de ausencia, me incorporo de nuevo al mundo, pero me costará hasta que lea todo lo atrasado. Precioso reportaje, iré sin duda alguna a conocerlo.
ResponderEliminarHola Bélok. Se te echaba de menos, aunque tampoco ha sido tan larga la ausencia, ya que el verano no cuenta, jeje. Es una alegría que vuelvas a la carga!!
EliminarUn abrazo, Jesús
Hola Jesus. Fantastico post, con fotografias espectaculares (me encanta la fotografia de interiores arquitectonicos), Asi que has conseguido darme envidia y que me apunte una visita ya mismo.
ResponderEliminarGracias un abrazo
Hola José:
EliminarNo dejes de ir. El edificio se presta a ser fotografiado por artistas de la cámara como tú. Un abrazo, Jesús
Hola Jesús,
ResponderEliminarYa somos dos los enamorados de ese símbolo sexual que, según Freud, es la escalera. Casi reproduje el Kama Sutra completo de las posturas que adquirí para sacarla desde los máximos ángulos posibles. Incluso me llamó la atención seguridad porque preveían una desgracia y un habitante menos.
Preciosa. Obra de arte.
Todo un detalle dedicarla un post.
Un abrazo.
Hola Manuel:
ResponderEliminarSiempre con tu fino y audaz sentido del humor. Y que no falte. No sé que pensaría Freud de ese sinuoso vegetal que repta por el hueco de la escalera. A saber!!
Un abrazo y muchas gracias, Jesús
Los pilares genuinos del edificio a la vista son de acero laminado de Altos Hornos de Vizcaya.
ResponderEliminarHola Roncalis:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario y los datos que nos aportas. Saludos desde "Pasión por Madrid", Jesús