Puerta principal.
Se levantó a principios del siglo XX, en la línea de las ciudades-jardín que estaban floreciendo en Europa y que, en el caso madrileño, fueron conocidas como colonias. Este modelo urbanístico defendía la creación de áreas residenciales en zonas periféricas, integradas por casas exentas, pareadas o adosadas, de una a tres plantas y con un pequeño jardín a su alrededor.
Aunque las ciudades-jardín nacieron como una solución dirigida al proletariado, muchas de ellas terminarían dando cabida a las clases medias. Es el caso de la Colonia de la Prensa, que fue planteada como un barrio para periodistas y escritores. De hecho, fue la primera colonia destinada a este colectivo que se hizo en Madrid, anterior, en más de un decenio, a la Colonia de la Prensa y Bellas Artes de Chamartín.
Aunque las ciudades-jardín nacieron como una solución dirigida al proletariado, muchas de ellas terminarían dando cabida a las clases medias. Es el caso de la Colonia de la Prensa, que fue planteada como un barrio para periodistas y escritores. De hecho, fue la primera colonia destinada a este colectivo que se hizo en Madrid, anterior, en más de un decenio, a la Colonia de la Prensa y Bellas Artes de Chamartín.
Uno de los chalés originales.
Surgió a partir de una iniciativa de Los Cincuenta, una agrupación formada por profesionales de los medios, que, en 1911, se transformó en la Asociación Benéfico-Cooperativa de Construcción de Viviendas Baratas Colonia de la Prensa. Fue la primera cooperativa española que se acogió a la Ley de Casas Baratas, aprobada el citado año, una norma que puede entenderse como un precedente de la vivienda social en nuestro país.
Ventanal con rejería modernista.
Las casas se hicieron en unos terrenos situados a medio camino entre Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo, por entonces municipios independientes, a partir de un proyecto de Felipe Mario López Blanco, redactado en 1911. Su propuesta planteaba un trazado ortogonal alrededor de una plaza central, donde confluían 65 parcelas de entre 540 y 620 metros cuadrados de superficie.
El citado arquitecto dejó definidas dos tipologías de vivienda, aunque con posibilidad de que cada propietario hiciese variaciones a su gusto. Sin menoscabo de la unidad del conjunto, esta personalización diversificó la presencia de elementos constructivos (desde torreones a frontones, pasando por porches o desvanes) y materiales (ladrillos, revoco, cerámicas, hierro...), al tiempo que enriqueció el repertorio ornamental.
Diferentes interpretaciones para el mismo elemento constructivo.
La primera piedra se puso en 1913, en un acto que contó con la asistencia del rey Alfonso XIII, y en 1916 se terminó la primera fase de viviendas. Finalmente solo pudieron edificarse 42 chalés de los 65 inicialmente previstos, todos ellos bajo la dirección de López Blanco, quien estuvo activo en la colonia hasta 1921, año de su muerte.
Marquesina y cartelón de la puerta principal.
El estilo modernista también está presente en la ornamentación de algunos chalés (esgrafiados, forjados, elementos cerámicos...), aunque con menor intensidad que en la puerta y también con un menor grado de pureza, puesto que, en algunos casos, se mezcla con toques regionalistas.
Especialmente sugerentes son los letreros de cerámica que anuncian las calles, en su mayoría obra de Juan Ruiz de Luna, así como el cartelón que corona la puerta principal, enmarcado por un arco de hierro, donde se indica el nombre de la colonia. Fue hecho por Julián Montemayor en 1918.
Letreros viarios.
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La serie "Modernismo madrileño" consta de estos otros artículos:
Las casas se hicieron en unos terrenos situados a medio camino entre Carabanchel Alto y Carabanchel Bajo, por entonces municipios independientes, a partir de un proyecto de Felipe Mario López Blanco, redactado en 1911. Su propuesta planteaba un trazado ortogonal alrededor de una plaza central, donde confluían 65 parcelas de entre 540 y 620 metros cuadrados de superficie.
Diferentes interpretaciones para el mismo elemento constructivo.
La primera piedra se puso en 1913, en un acto que contó con la asistencia del rey Alfonso XIII, y en 1916 se terminó la primera fase de viviendas. Finalmente solo pudieron edificarse 42 chalés de los 65 inicialmente previstos, todos ellos bajo la dirección de López Blanco, quien estuvo activo en la colonia hasta 1921, año de su muerte.
Durante la Guerra Civil el lugar sufrió daños de consideración, aunque las mayores pérdidas llegaron en la segunda mitad del siglo XX, con el crecimiento urbano de los Carabancheles. Pese a los esfuerzos de rehabilitación que algunos particulares hicieron en los años ochenta, solamente ha llegado hasta nosotros una pequeña muestra de los edificios originales.
El mejor conservado es la puerta principal, que no solo servía de portería, sino también de locutorio telefónico y parada del tranvía. Consta de una marquesina y de dos torres cuadrangulares de tres pisos, que se elevan a los flancos, todo ello con una decoración modernista de influencia vienesa, catalana y francesa.
Los motivos naturalistas aparecen principalmente en las ménsulas de escayola que sostienen internamente la marquesina y en las rejerías, mientras que la geometría se adueña de los adornos de ladrillo que recorren los muros de los torreones laterales.
El mejor conservado es la puerta principal, que no solo servía de portería, sino también de locutorio telefónico y parada del tranvía. Consta de una marquesina y de dos torres cuadrangulares de tres pisos, que se elevan a los flancos, todo ello con una decoración modernista de influencia vienesa, catalana y francesa.
Los motivos naturalistas aparecen principalmente en las ménsulas de escayola que sostienen internamente la marquesina y en las rejerías, mientras que la geometría se adueña de los adornos de ladrillo que recorren los muros de los torreones laterales.
Marquesina y cartelón de la puerta principal.
El estilo modernista también está presente en la ornamentación de algunos chalés (esgrafiados, forjados, elementos cerámicos...), aunque con menor intensidad que en la puerta y también con un menor grado de pureza, puesto que, en algunos casos, se mezcla con toques regionalistas.
Especialmente sugerentes son los letreros de cerámica que anuncian las calles, en su mayoría obra de Juan Ruiz de Luna, así como el cartelón que corona la puerta principal, enmarcado por un arco de hierro, donde se indica el nombre de la colonia. Fue hecho por Julián Montemayor en 1918.
Letreros viarios.
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- La Manzana Roca
Bibliografía consultada
La ciudad preindustrial. La ciudad burguesa. El crecimiento espacial, de Gaspar Fernández Cuesta y Fernando Quirós Linares (directores). Tomo I del Atlas temático de España. Ediciones Nobel, Madrid, 2010
Madrid modernista: guía de arquitectura, de Óscar Da Rocha Aranda y Ricardo Muñoz Fajardo. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 2007
El modernismo en la arquitectura madrileña: génesis y desarrollo de una opción ecléctica, de Óscar Da Rocha Aranda. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2009
Bibliografía consultada
La ciudad preindustrial. La ciudad burguesa. El crecimiento espacial, de Gaspar Fernández Cuesta y Fernando Quirós Linares (directores). Tomo I del Atlas temático de España. Ediciones Nobel, Madrid, 2010
Madrid modernista: guía de arquitectura, de Óscar Da Rocha Aranda y Ricardo Muñoz Fajardo. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 2007
El modernismo en la arquitectura madrileña: génesis y desarrollo de una opción ecléctica, de Óscar Da Rocha Aranda. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2009
Buenas noches, Jesús.
ResponderEliminar¡Qué gran entrada! Muchas felicidades.
Sobre esta idea del arte hecho para todos los públicos pero que acaba siendo para ricos, no puedo evitar recordar el ejemplo paradigmático de William Morris, que era un socialista convencido de que podría hacer que el arte dejase de ser una cosa de la élite.
Evidentemente le salió el tiro por la culata, hasta el punto de darse cuenta de que con su sistema había contribuido a ensanchar más las diferencias de clases en esta materia.
En otro orden de cosas, me da la impresión de que no hemos debido tener un monarca en España que haya ido a más inauguraciones que Alfonso XIII. Merecería la pena hacer un pequeño estudio, a ver en cuántas fotos oficiales sale sin parpadear, jeje.
Un saludo y que pases una buena noche,
Manuel Fernández Luccioni
Los Laberintos del Arte
Hola Manuel:
EliminarGracias por tu comentario. Resulta muy sorprendente que una colonia como ésta (y otras que surgieron en Madrid por la misma época) pudiera acogerse a una ley llamada de ¡¡¡casas baratas!!!
Con respecto a lo que dices de Alfonso XIII, no lo puse en el artículo, pero, además del acto de colocación de la primera piedra de 1913, el rey volvió a acudir a la colonia en 1914, también para una primera piedra, esta vez en uno de los hotelitos construidos. Increíble!!
Un abrazo, Jesús
Hola Jesús,
ResponderEliminarLa colonia debe ser espectacular. Son "rarezas" de Madrid que merecen estar en las guías turísticas. Como la colonia del Retiro, de una década posterior, con sus "modelos" de catálogo, donde tuve la suerte de hacer una rehabilitación. En París lo tienen bien organizado para poder ver sus colonias decó, Corbusier...
Enhorabuena por el artículo tan bien detallado y documentado.
Un abrazo
Hola Antonio:
ResponderEliminarLa colonia es muy bonita y muy tranquila. Parece mentira que algo así pueda estar dentro del casco urbano madrileño. Aunque no son muchos los edificios originales que se conservan. Es una pena, pero hubo tiempos en que todo lo antiguo se consideraba como un estorbo.
No está nada mal la idea de organizar rutas en torno a estas colonias. O a los cementerios, que son dignos de ver y de admirar...
Un abrazo y muchas gracias como siempre, Jesús
Tuvo que tener un aspecto de pueblecito encantado bastante curioso si el resto de edificaciones tenían el aspecto curioso de las que nos traes en fotografías, tan alejado de lo que uno se espera encontrar en Madrid.
ResponderEliminarEstán protegidas hoy en día las edificaciones originales subsistentes? Iba a comentar que es una pena que cuando llega la protección para estos lugares suele ser ya tarde pero es que tal vez ni si quiera la tengan.
Una abrazo y muchas gracias
Hola Boro:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu participación. Los pocos edificios originales que se conservan (tal vez una decena) tienen un encanto especial y han sido objeto de rehabilitaciones muy afortunadas. En numerosas parcelas se han construido edificios de pisos, de pocas alturas, que han descontextualizado la colonia. Pese a ello, se trata de un lugar precioso y muy tranquilo. Por alguna parte he leído que la Colonia de la Prensa tiene algún grado de protección, pero no sé hasta qué grado. Lo cierto es que los hotelitos que ahora mismo se están rehabilitando sí que parecen apostar por una recuperación de la decoración primitiva.
Abrazos, Jesús
Hola de nuevo Jesús, quería añadir aquí que todas las colonias históricas están "megaprotegidas" por el PGOUM a través de los APE (Áreas de protección específica) visible en la web del ayuntamiento. Son trabajos muy rigurosos de protección y conservación.
EliminarUn abrazo
Mil gracias Antonio, por resolver la duda de Boro y también mía. Siempre estás cuando se te necesita. Un abrazo muy fuerte, Jesús
EliminarHola Jesús,
ResponderEliminarEstupendo tu artículo y tus fotos.
Nos ha gustado mucho. Lo hemos recomendado a través de nuestra cuenta de facebook https://www.facebook.com/pages/La-Gatera-de-la-Villa/173386333182
Recibe un cordial saludo
Hola!! Me alegro mucho que os haya gustado. Muchas gracias por vuestro comentario y por el enlace. Viniendo de vosotros es todo un honor.
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús
El barrio de mi niñez ¡qué maravillosos recuerdos! Un beso Jesús, ha sido todo un placer leer tu artículo.
ResponderEliminarUn barrio maravilloso, desde luego. Gracias, Anónimo, por tu comentario. Nos anima mucho!!!
ResponderEliminarUn abrazo, Jesús
Hola Jesus. No la conozco, pero me parece que merece la pena darse un "garbeo" por allí. Ami también me extraña lo de acogerse a la ley de "Casas Baratas". Y viví mi juventud en otra de estas colonias: La Colonia Albeniz, en Chamartin, y son especiales por su tranquilidad que , aun hoy, se respira dentro de ellas.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola José:
ResponderEliminarGracias por tu comentario. La Ley de Casas Baratas fue muy importante en su momento, ya que fue la primera norma española que, de un modo u otro, reconocía el derecho a una vivienda digna o, al menos, a unas condiciones mínimas de vivienda. Pero imagino que, como todo, no pudo materializarse plenamente. ¡Qué suerte haber vivido en una de esas colonias! ¡Qué tranquilidad!
Un abrazo y buen fin de semana, Jesús
Un maravilloso barrio ,abrazo del Belgica
ResponderEliminarMuchas gracias, Louisette (¡desde tan lejos, bueno no tanto!). Otro abrazo para ti, Jesús
ResponderEliminarHola, soy nuevo en el tema de los blogs. He iniciado un proyecto: escribir 365 relatos en un año. Igual sigo tu blog. Si quieres seguir el mío es: http://pepitas-de-oro.blogspot.com.es
ResponderEliminarGracias Rubén. Bonito proyecto, espero que tengas mucha suerte. Un abrazo, Jesús
ResponderEliminarveo en una foto antigua de la colonia de la prensa en lo que hoy es la especie de glorieta de García Plaza, un monumento de gran dimensión. me puede decir alguien de que se trata?
ResponderEliminarBuenos días, me gustaría saber si dispones de la referencia bibliográfica o gráfica que confirme que el arco de entrada a la colonia de la Prensa tuvo un uso uso como portería, locutorio y apeadero de tranvía. Muchas gracias
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