lunes, 22 de julio de 2013

Una noticia triste y otra para reflexionar

Juan Luis García, seguidor de este blog, nos ha hecho llegar una triste noticia. El grupo escultórico 'Los atletas', al que dedicamos un artículo hace casi dos años, fue destruido la semana pasada, entendemos que accidentalmente, mientras se realizaban unas obras en una edificación próxima.


Octubre de 2011.

Este conjunto fue ejecutado en 1946 por el artista navarro Fructuoso Orduna (1893-1973), en arenisca blanca. Está integrado por seis figuras, representativas de otras tantas disciplinas deportivas, que, pese a que fueron concebidas de manera independiente, fueron colocadas en grupo, a las puertas del Instituto Ramiro de Maeztu.

En realidad, las estatuas destruidas han sido cuatro. Nuestro informante nos ha comentado que fue testigo de cómo se llevaron los restos en carretillas. Desconocemos qué harán con ellos, pero mantenemos la confianza de que procederán a su restauración. Una tarea que presumimos bastante compleja, por lo endeble del material utilizado en la construcción.

El lugar donde estaba el monumento ha sido protegido con una malla verde. Mirando a través de la misma hemos podido confirmar que, en efecto, se mantienen dos figuras íntegras, mientras que de las otras cuatro no quedan más que algunos fragmentos, por lo general, partes seccionadas de las extremidades inferiores.


Julio de 2013.

La otra noticia la conocimos el martes 16 de julio por la prensa. El cuadro La Virgen con el Niño en un trono, obra maestra de Pedro Berruguete (h. 1445-1503) y propiedad del Ayuntamiento de Madrid, va a ser cedido al Museo del Prado, donde se expondrá junto con otros trabajos del pintor palentino.

A cambio, la pinacoteca pondrá a disposición del consistorio varias pinturas pertenecientes a sus fondos, que está relacionadas directamente con la ciudad. Entre ellas se encuentran diferentes paisajes urbanos y escenas costumbristas de José del Castillo, Ramón Bayeu o Ginés de Aguirre, además de retratos de figuras de la realeza.

La tabla La Virgen con el Niño en un trono fue encargada por Beatriz Galindo (1465-1534) para la capilla del Hospital de la Latina, una de las instituciones que la célebre humanista fundó en Madrid. Aquí permaneció hasta la demolición del edificio en 1906.

Después de deambular por distintos lugares, el cuadro pasó al Museo de Historia, hasta que, en el año 2012, fue trasladado al Museo de San Isidro, junto con los sepulcros renacentistas que Beatriz Galindo ordenó construir para ella y su marido, Francisco Ramírez, igualmente para la citada capilla.


La noticia nos ha pillado por sorpresa y divide nuestra opinión. Una obra tan magnífica como ésta merece, sin duda alguna, alojarse en El Prado, donde están los más grandes.

Pero, por otro lado, nos da muchísima pena que no se exponga en un museo de titularidad municipal, sobre todo considerando que, en su última ubicación, el cuadro se encontraba contextualizado históricamente, al lado de otras piezas que también proceden del Hospital de la Latina.

Nos da pena también porque esta cesión es contraria a nuestro sueño de poder reunir, bajo un mismo techo, las obras de arte medieval y renacentista de origen madrileño que ahora mismo están desperdigadas en distintas dependencias municipales, museos nacionales o entidades religiosas. No son muchas, pero, si se lograran aglutinar en un mismo museo, la colección sorprendería a más de uno. En fin, era solo un sueño.

Solamente esperamos que el paso dado por el Ayuntamiento responda realmente a una verdadera política museográfica y no sea un nuevo remiendo en la cadena de despropósitos que acumulan los espacios culturales que dependen de su gestión, con museos desaparecidos, como el de la Ciudad, o sumidos en un largo proceso de reforma, como el de Historia, o con buena parte de la colección sin exponer, como el de San Isidro. 

Por no hablar de otros recintos, que se encuentran completamente desaprovechados (Conde Duque, Palacio de Cañete, CentroCentro...) o cerrados a cal y canto, sin proyecto alguno, como ocurre con la Casa de la Villa.

12 comentarios:

  1. Hola Jesús,
    Como antiguo alumno del Ramiro, estoy desolado; como madrileño, avergonzado; como técnico, indignado.
    En relación al Berruguete coincido contigo. Si hubiera una política cultural municipal como debe ser, no habría ninguna duda sobre qué hacer con el patrimonio madrileño: reagruparlo, conservarlo y exponerlo. Pero como eso da que pensar y mucho trabajo ¡hala! al Prado que allí estará mejor.
    Espero que la próximas noticias nos alegren un poco más la cara :)
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Antonio:
      No me puedo explicar cómo ha podido ser destruido este grupo escultórico... ¡en pleno siglo XXI! No entiendo cómo puede desaparecer un monumento por culpa de unas obras próximas.

      Con respecto a la obra de Berruguete, ¡qué decir! Me entristece que el Ayuntamiento disperse aún más nuestro patrimonio medieval y renacentista. Pero, bueno, por lo menos estará en el Prado.

      Un abrazo. Muchas gracias, Jesús

      Eliminar
  2. Hola Jesús. Recuerdo tu articulo, y recuerdo el monumento en El Ramiro, una pena.
    Respecto a las reflexiones que nos planteas, yo no soy muy optimista, y mas me parece una "tomad esto, que allí estará mejor", como dice Antonio, y no una política que nos lleve a poder disfrutar del patrimonio madrileño, ya que eso se da de bruces, con la política seguida hasta ahora.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola José:
      A ese monumento le tenía un especial cariño. Me resultaba muy curioso. Es una lástima.

      Tienes toda la razón con el otro tema. Este nuevo paso dado por el ayuntamiento va en el sentido opuesto a lo hecho hasta ahora y es contrario a la opinión de los propios conservadores del museo. En fin, hay que resignarse.

      Muchas gracias por tu comentario, Jesús

      Eliminar
  3. Hola Jesús,
    Sin duda triste noticia la que nos cuentas acerca del grupo escultórico. Su hipotética restauración será harto complicada teniendo en cuenta lo endeble de la arenisca.
    En cuanto a Berruguete, es una lástima que salga de un museo gratuito y que habla de los orígenes de Madrid. Además por los comentarios surgidos como motivo de esta cesión se alude a que en el museo está descontextualizada y que ni siquiera se sabe si pertenecía a La Latina (excusas banas). Por otra parte, la obra, soberbia, se va a un museo principal donde seguro será la protagonista casi absoluta de la sala y, al menos, no sale de Madrid (aunque ahora para verla haya que pagar).
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Anónimo Castellano:
      Los madrileños a lo mejor nos quejamos de vicio, ¡con la cantidad de obras de otras provincias que tenemos expuestas en los museos de la capital! Pero me da rabia, porque esta cesión significa quebrar un poquito más la memoria del Hospital de la Latina.

      Muchas gracias. Abrazos, Jesús

      Eliminar
  4. Hola Jesús, sí que es una mala noticia lo de la escultura, parece mentira que ocurran estas cosas, no hay derecho.
    Respecto a la cesión del cuadro, ya lo habéis explicado muy bien entre todos, tenéis toda la razón. El Museo de los Orígenes debería ser uno de los más importantes de Madrid, deberían potenciarlo y sin embargo a veces parece que lo consideran algo menor. Una pena.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mercedes:
      Vamos para atrás, no solo en lo que respecta a los museos, sino también arqueológicamente. Esperemos que vengan tiempos mejores y que nos toque un alcalde que realmente sienta algo por el pasado de la ciudad. Tardaremos...

      Un abrazo y muchas gracias, Jesús

      Eliminar
  5. Lo realmente curioso de la noticia del traslado de la Virgen de Berregute al Prado es, al menos según la noticia de EL País, que la decisión del traslado se realiza en contra de la opinión de los conservadores del museo municipal, siendo una decisión tomada por políticos (puede que por iniciativa del Prado sino no entiendo el valor del Consejero para decidir la museogafía del espacio). Habrá que ver también donde queda la obra en el Prado, pues con al apertura de la sala de Varez Fisa habrá una menos para mostrar esta parte del renacimiento español.

    ResponderEliminar
  6. Hola Otre:
    Bienvenido. Creo que das en el clavo. Estamos ante una decisión política, completamente arbitraria, que va en contra de las opiniones de los técnicos. Y además con ese soniquete despectivo que acompaña a nuestros políticos, pues creo recordar que la opinión de los conservadores fue menospreciada por el Consejero por "cuestiones sentimentales".

    Muchas gracias por tu acertado comentario. Un abrazo, Jesús

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Leía el artículo y quedaba asombrado con el desprecio que el señor consejero mostraba por las decisiones de los técnicos, porque me gustaría saber quien esta creando el plan museológico del museo, los conservadores del museo no creo, una empresa privada? el consejero?

      Eliminar
    2. Según dicen nuestros políticos, otro de los motivos que justifican la cesión de la Virgen de Berruguete es su descontextualización dentro de las colecciones municipales. Y eso lo dicen cuando, hace nada, trasladaron la pintura al Museo de San Isidro, donde compartía sala con los dos sepulcros renacentistas de los fundadores del Hospital de la Latina (los mismos que encargaron el cuadro) y con otros cuadros de la misma época.

      Hoy me acabo de enterar de que el lugar donde estaba la Virgen de Berruguete en el Museo de los Orígenes va a ser ocupado por la pintura barroca "La Virgen de Atocha", de Carreño de Miranda. ¿Y a eso lo llaman contextualización?

      Sin duda es lo que tú dices: la política museográfica no la diseñan los técnicos, sino el consejero. Así nos va.

      Eliminar