lunes, 6 de diciembre de 2010

La Gruta de la Virgen de Begoña, en Miraflores

Miraflores de la Sierra es uno de los pueblos más conocidos de la Comunidad de Madrid. Está situado en la parte septentrional de la región, a casi 1.150 metros de altidtud, en una zona montañosa de gran valor medioambiental, recorrida por los puertos de La Morcuera y de Canencia.

El municipio posee una larga tradición como destino de veraneo, que se remonta a finales del siglo XIX, cuando se edificaron las primeras mansiones de recreo. Ha sido el lugar de residencia, ya sea de forma permanente o temporal, de personalidades tan ilustres como Manuel Azaña (1880-1940) o Vicente Aleixandre (1898-1984).



Uno de los atractivos de esta localidad es la Gruta de Nuestra Señora de Begoña, que, pese a su carácter privado, se ha convertido en uno de los sitios más visitados de Miraflores. El enclave ha sido reconocido por la Comunidad de Madrid como Sitio de Interés Turístico.

El santuario fue construido en 1952, a partir de una iniciativa de Julián Reyzábal Delgado (1903-1978), vecino del municipio, utilizando terrenos de su propiedad.

Se trata de un recinto al aire libre, articulado alrededor de una roca natural, sobre la que se abre una gran oquedad. Ésta ha sido aprovechada para instalar un altar, presidido por una imagen de la Virgen de Begoña, que se protege dentro de una hornacina de cristal.


La gruta en una postal de los años setenta del siglo XX.

La presencia de esta advocación mariana en tierras madrileñas, tan lejos del País Vasco, de donde es originaria, obedece a la devoción que sentía el fundador de la capilla, que, pese a su origen castellano, pasó buena parte de su vida en Bilbao.

El entorno inmediato de la capilla está decorado con jardines, estanques y grupos escultóricos, entre los que cabe destacar varias imágenes religiosas, así como un busto del propio Julián Reyzábal.

Todo ello da como resultado una estética un tanto kitsch, que, en cualquier caso, tiene su encanto.


Garganta del río Guadalix, vista desde la gruta.

Sólo por contemplar el paraje natural donde se encuentra la gruta, merece la pena la visita. Está ubicada al borde un barranco, desde donde se divisa una magnífica panorámica del casco urbano de Miraflores y de la garganta del río Guadalix, que, en ese tramo de su curso, recibe el nombre de Miraflores, en alusión directa al pueblo.

11 comentarios:

  1. Miraflores es uno de nuestros puntos de parada cuando salímos con las motos a hacer turismo por los puertos. Pueblo tranquilo y acogedor donde los haya, pero desconocía la gruta. La próxima parada tendrá que ser más pausada. ¡Es que estos de las "amotos"...!

    Un abrazo.

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  2. Hola Jesús,
    para mí Miraflores es un recuerdo de infancia, no conocía la historia ni la virgen,
    gracias por estos posts que nos descubren toda la riqueza de nuestra Comunidad.

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  3. Conozco bien la gruta, ya te comenté una vez que viví cinco años muy cerca, en Soto del Real. Preciosas las afotos...
    Como habrá estado el pueblo estos días de nieves??

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  4. Hola Manuel. Veo que hay mil formas de disfrutar de nuestros pueblos. Lo de las motos no se hizo para mí (tuve algunos percances cuando eran más joven), pero me resulta fascinante. A disfrutarlo, tú que puedes. Un saludo!!!

    Hola Mercedes. De este pueblo, hasta el nombre es bonito. ¡Qué suerte esa infancia vinculada a Miraflores! Un abrazo, Jesús

    Hola Bélok!! Vaya imagen!! Sólo con imaginar esas laderas nevadas, y esas calles con esas casas señoriales, a uno le entran ganas de coger el coche e irse para allá. Un abrazo!!!

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  5. Hola Jesús. No conocia este lugar, he pasado por Miraflores, al subir a Canencia, pero no tenia ni idea de este sitio. Curiosa historia, gracias por mostrarnosla.
    Un abrazo

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  6. Hola José. El lugar es muy curioso, con mucha paz. Merece la pena, aunque es un poquito kitsch. Un abrazo y muchas gracias por tu comentario, Jesús

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  7. Estuve hace poco en esta gruta. Llovia a cantaros pero aún así le reze a Virgen.
    Un saludo y muy buen blog

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  8. Hola Mar. Ya podía haber nevado, Miraflores con nieve es un regalo para la vista. Muchas gracias por tus comentarios.

    Un abrazo muy fuerte, Jesús

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  9. Buenas.
    Hoy mismo hemos ido a visitar la gruta de la Virgen de Begoña a la que solemos ir en cuanto nos es posible, cosa que no pasaba desde hace poco más de un año.
    Hemos venido muy desanimados ya que nos enterado por su cuidador que efectivamente hace un año falleció su dueño y tanto la gruta como toda la finca a pasado a ser por testamento, propiedad del arzobispado de Madrid. La pena es que a parte (y ya duele) de despedir a casi todos los empleados encargados de su cuidado, el abandono de la finca empieza a ser muy preocupante ya que sólo han dejado a una persona al cuidado de dicha finca, edificio y gruta. Claro está que esto durará así mientras el cuidador no se jubile. Después, a saber.....

    Me encantaría que el arzobispado se ocupara de nuevo de la finca (aunque sólo fuera como retiro para sus obispos, cardenales, curas) y que el santuario no estubiese avocado al declive como parece que lo está.

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  10. Hola Anónimo:
    Gracias por compartir con nosotros esta noticia, que, efectivamente, no puede ser peor. Me dejas muy desanimado, ya que no pinta nada bueno. Solo espero, como tú, que el Arzobispado se dé cuenta de que tiene un verdadero tesoro y que eso hay que cuidarlo.

    Muchas gracias. Un abrazo, Jesús

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  11. Hay algun merendero por alli?

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