Este jueves 23 de junio la comunidad católica celebra el Corpus Christi, una festividad que, en el momento actual, suele pasar inadvertida a la mayoría de los madrileños, pero que, en los siglos XVI y XVII, alcanzó un gran esplendor, con la organización de fastuosos desfiles, a los que acudía la familia real.
Fuente: Guías Everest.
La asistencia de los reyes al Corpus madrileño es anterior a la proclamación de la villa como capital de España. Es sabido que Isabel la Católica (r. 1474-1504) presidió la procesión de 1482, ataviada con una toca, con los pies descalzos y portando un cirio en la mano, y que el emperador Carlos I (r. 1516-1556) hizo lo propio posteriormente.
Pero fue durante el reinado de Felipe II (r. 1556-1598), con la Corte ya instalada en Madrid, cuando las celebraciones quedaron plenamente institucionalizadas, razón por la cual las autoridades municipales mandaron labrar una nueva custodia procesional, más ornamentada y lujosa, acorde con el rango que había adquirido la ciudad.
El encargo recayó sobre Francisco Álvarez, el platero personal de las reinas Isabel de Valois (1546-1568) y Ana de Austria (1549-1580), tercera y cuarta esposas de Felipe II, respectivamente.
Los costes ascendieron a la escalofriante suma de 3.800 ducados, que, para hacernos una idea, suponía multiplicar por doce los honorarios que cobró El Greco por el cuadro El Expolio, de la Catedral de Toledo.
Los trabajos se desarrollaron en dos fases. Entre 1565 y 1568 el autor hizo las andas, a partir de un diseño de aire clasicista, consistente en un templete soportado en ocho columnas. En 1573, se centró en la custodia de asiento, una pieza que va en el interior de las andas, con una estructura muy similar, igualmente a modo de hornacina.
Aspecto de la exposición 'El Madrid Antiguo', celebrada en 1926, con la custodia en primer término (fuente: Biblioteca Histórica).
El conjunto se completó en el siglo XIX con la custodia portátil, que se debe a Francisco Moratilla, platero de cámara de Isabel II (r. 1833-1868). Fue finalizada en 1846.
Se trata de una obra excepcional, no sólo por lo que representó para la historia de Madrid, al ser la primera custodia artística con la que contó la capital, sino también por el impacto que tuvo en la posterior evolución de la orfebrería española.
Pero, además de su valor artístico, la custodia de Francisco Álvarez tiene la singularidad de que no pertenece al clero, sino al ayuntamiento. Fue financiada por suscripción popular, ante la inexistencia en aquel entonces de una diócesis propia madrileña, que pudiese haber asumido los gastos.
De ahí que se conserve en las dependencias de la Casa de la Villa, aunque una vez al año es cedida a la Iglesia para la procesión del Corpus Christi. Esta tradición lleva celebrándose desde 1574, aunque entonces salía de la desaparecida Parroquia de Santa María, posteriormente de la Colegiata de San Isidro y actualmente parte de la Catedral de la Almudena.
La custodia en 1930, durante su traslado desde la Casa de la Villa (al fondo) hasta la Colegiata de San Isidro (fuente: Museo de Historia).
Descripción
Estamos ante una talla manierista, que rompió con las pautas estilísticas que había establecidas, sin duda alguna, una de las obras más relevantes del renacimiento madrileño.
Sus cincuenta kilogramos de plata no pasaron desapercibidos al ilustrado Antonio Ponz (1725-1792), que, en el tomo quinto de su libro Viage de España; en que se da noticia de las cosas mas apreciables, y dignas de saberse, que hay en ella (1776), describió la custodia en estos términos:
"Consiste en un primer cuerpo de ocho columnas pareadas en los ángulos sobre pedestales y son de orden corintio, con labores en los tercios inferiores, y en los superiores, los cuales se reducen a festones, niños, figuritas y otras cosas ejecutadas con suma diligencia. Forma un arco por cada lado y tienen en su vuelta y en las enjutas semejantes adornos".
"Sobre el cornisamento hay en el medio de cada fachada uno de los cuatro dolores: a los lados un jarroncito y en el espacio intermedio un ángel sentado. La bóveda, que forma este primer cuerpo, hace un artesonado con florones de exquisito gusto".
Salida de la custodia de la Colegiata de San Isidro, en el año 1915.
"El segundo cuerpo es un templecito redondo, en medio del cual se representa la Ascension: tiene ocho columnas de dos en dos y sobre el cornisamento hay cuatro niños. Remata en un globo formado de los círculos celestes, sobre el cual hay puesta una cruz. Las columnas tienen labores a manera de las de abajo".
"Dentro de esta custodia grande hay otra mas pequeña, que también consta de primero y segundo cuerpo y de ocho columnas cada uno: las del primero son pareadas y de orden compuesto".
"En los tableros del basamento se representan de bajorrelieve la Cena del Señor, el Lavatorio, la Oración del Huerto y el Prendimiento; y además de esto, los Apóstoles en los pedestales, así como en los de la custodia grande están expresados los Profetas, las Armas Reales y las de la Villa. En los cuatro ángulos de la custodia interior hay en cada uno un pedestal con un ángel de rodillas, mirando al paraje donde se coloca el viril".
Procesión del Corpus en la Puerta del Sol, hacia 1920.
"El segundo cuerpo es un templecito redondo con columnas salomónicas, y dentro se representa el Señor resucitado".
"Tienen otros ornatos las referidas custodias y todos están hechos con mucho gusto e inteligencia; como también la hay en el viril, en cuyo pie se figuran historias sagradas y varios ángeles alrededor del cerco, con porción de diamantes en donde se coloca la hostia".
Vi esta obra en una visita a la Casa de la Villa, y es realmente magnífica. Tu post, como siempre, completísimo.
ResponderEliminarY está muy bien que siempre nos recuerdes las fiestas :-)
gracias, Jesús!
Hola Mercedes!
ResponderEliminarA diferencia tuya, no he tenido ocasión de ver esta obra. Espero que, cuando acondicionen como museo la Casa de la Villa, pueda acercarme.
Muchas gracias y un abrazo, Jesús
Bélok:
ResponderEliminarEl domingo tienes una buena ocasión de ver la custodia, ya que se sacará en procesión por las calles de Madrid a las ocho de la tarde desde la plaza de la Almudena, Bailén, Mayor, Sol y Arenal.
Yo tengo un post preparado de la Casa de la Villa donde hablo de ella, pero eso será próximamente.
Como siempre Jesús, estupendo post super completo donde se aprenden muchas cosas nuevas que muy pocos conocen.
Hola Bélok:
ResponderEliminarEs una pena, pero me pilla de puente, como a tantos y tantos madrileños. Espero ansioso ese post de la Casa de la Villa. Su arquitectura me encanta, es uno de mis edificios preferidos!!
Un abrazo, Jesús
Buenos días
ResponderEliminarQuería hacerte una pregunta. he leído en alguna parte que cuando muere el I Marqués de Linares parte de las joyas que tenía las dona a la catedral para que se construya una custodia para la catedral. ¿Sabes algo de ésto?
Gracias