El citado palacio fue levantado en la primera mitad del siglo XIX como residencia de los reyes portugueses. Sin embargo, sólo pudo desarrollar esta función hasta el año 1910, cuando la instauración de la República en Portugal llevó al exilio a Manuel II, el último de sus moradores.
Fue diseñado por los arquitectos Francisco Xavier Fabri (1761-1817) y José da Costa e Silva (1741-1819), aunque el resultado final se debe a Joaquim Possidónio da Silva (1806-1896), a quien fue encomendada la tarea de reducir el proyecto original, que era tres veces mayor.
Maqueta del proyecto completo.
El edificio fue convertido en museo en 1968. Alberga una magnífica colección de cuadros, esculturas, lámparas, relojes y otros objetos decorativos, entre los cuales encontramos varios tapices españoles, que decoran las paredes de la antigua Sala Grande de Espera, hoy día denominada Sala de los Tapices Españoles.
Sala de los Tapices Españoles. Fuente: Leiloes.
Llegaron a Lisboa en 1785, como parte de la dote de la infanta española Carlota Joaquina de Borbón (1775-1830), hija primogénita de Carlos IV y María Luisa de Parma, que, con apenas diez años, fue obligada a casarse con Juan VI de Portugal (1767-1826).
Sala de los Tapices Españoles. Fuente: Leiloes.
Llegaron a Lisboa en 1785, como parte de la dote de la infanta española Carlota Joaquina de Borbón (1775-1830), hija primogénita de Carlos IV y María Luisa de Parma, que, con apenas diez años, fue obligada a casarse con Juan VI de Portugal (1767-1826).
En 1862 fueron trasladados al Palacio da Ajuda, a su actual ubicación. Fue una idea de Joaquim Possidónio da Silva, para conmemorar las nupcias de los reyes Luis I y María Pía de Saboya, celebradas el 6 de octubre de aquel año.
Los tapices fueron confeccionados en la Real Fábrica de Santa Bárbara de Madrid, en 1784, a partir de los cartones que, varios años antes, habían realizado Francisco de Goya, José del Castillo y Guillermo Anglois. Siguiendo las modas dieciochescas de enaltecer la naturaleza, reflejan escenas festivas y cinegéticas, que se desarrollan en el campo.
Algunos son muy conocidos, caso de los tres tapices firmados por el genial pintor aragonés. Llevan por nombre A dança, A merenda y Partida para a caça, que no son otros que los famosísimos El baile de San Antonio de la Florida, Merienda a orillas del Manzanares y Partida de caza, respectivamente.
Hola Jesús,
ResponderEliminar¡Te vas a Lisboa y no avisas, eso no se hace!
¡y no se si disculparte por adentrarte en mis posesiones!. Es una broma. Me han entrado muchisimas saudades (y eso que soy gato) de pasear por Ajuda. No recordaba estos tapices madrileños allí, en cambio si que conozco la influencia española en Queluz, donde residió Carlota Joaquina (reina con muy mala fama y bien merecida, de déspota y libertina, como su felón hermanito Fernando).
Otro tema que guardo en la recámara para el necesario contrapunto a Pessoas que hay que empezar a plantear...
Enhorabuena por el brillante artículo, lleno de importantes datos hitóricos y gracias por el enlace.
Un abrazo.
Hola Antonio:
ResponderEliminarLamentablemente no conozco Queluz. Mejor, así tengo una excusa para regresar a Lisboa, que mira que está bonita. Ajuda me encantó, fue una pena que no se pudiera llevar a cabo el proyecto completo. Era espectacular.
Ya ves, "Pessoas en Madrid" necesita mirarse en el espejo con un "Personas en Lisboa". ¡Hay tantas conexiones y tú las explicas tan bien!
Un abrazo, Jesús
Bueno, bueeeno... Jesús, haciendo la competencia a Antonio...
ResponderEliminarEs broma :)
Qué artículo tan bonito, y qué envidida de viaje a Lisboa.
Gracias Mercedes!! A Antonio es imposible hacerle la competencia. Tiene el nivel muy alto!!!
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado. Un abrazo, Jesús
¿Un recorrido pasional por la ciudad y Comunidad Autónoma de Madrid? Ya decía yo que Madrid no tenía límites.
ResponderEliminar¡Qué viaje tan bien aprovechado!
Un abrazo.
P.D.: Antonio, espabila que "Personas en Lisboa" está en marcha.
Hola Manuel:
EliminarEso me recuerda un sketch de Martes y Trece, cuando Millán, caracterizado de folklórica apasionada, decía: "España no acaba donde viene el mar, hay barcas pa' seguir".
Gracias y un abrazo, Jesús
Hola a todos,
ResponderEliminarYo soñaba con un retiro dorado en Cascais, cual alemán en Mallorca, donde escribiría un bonito blog titulado algo así como "D. Quijote em Lisboa" pero, en vista de que no vamos a tener jubilación ni ná de ná y de que algunos me van pisando los talones, habrá que ponerse las pilas ya.
Abrazos "pa' tos".
Hola Jesus. Bonito post, con un tema gato, gato, y sin embargo allende de los limites de Madrid, osea Aranjuez o por ahi. Debe de ser un bonito viaje, ir a Lisboa, que no la conozco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola José:
EliminarGracias por tu mensaje. Desde aquí te animo a que visites Lisboa, ¡te va a encantar! Un abrazo, Jesús