martes, 13 de abril de 2010

La Fuente de los Tritones


Fotografía del Ayuntamiento de Madrid.

La Fuente de los Tritones es uno de los elementos ornamentales más destacados del Campo del Moro. Realizada en estilo barroco probablemente en la primera mitad del siglo XVII, se encuentra entre las fuentes monumentales más antiguas que se conservan en Madrid.

Sólo le superan en antigüedad la Fuente de los Caños Viejos, de la que se mantienen en pie un muro del siglo XVI y un escudo de mediados del XVII, y la Fuente de los Caños del Peral, labrada en el siglo XVI, aunque reedificada en 1625, cuyos restos han sido recientemente descubiertos a diez metros bajo tierra en la Plaza de Isabel II.

Dejamos al margen de este debate a la Fuente de Orfeo, en la Plaza de la Provincia, al tratarse de una réplica moderna de la primitiva construcción de 1629, diseñada por Juan Gómez de Mora.

Estamos ante uno de los monumentos más desconocidos de la capital. A ello contribuye su emplazamiento en una zona del Campo del Moro, a los pies mismos de la fachada occidental del Palacio Real, a la que está prohibido el paso, por cuestiones de seguridad.

De tal modo que sólo es posible contemplarla a lo lejos, alzando la vista desde las Praderas de las Vistas del Sol, el gran paseo en pendiente que atraviesa, de este a oeste, el Campo del Moro. O desde la Cuesta de San Vicente, también lejanamente, asumiendo el riesgo de que algún agente te llame la atención por estar parado cerca de un recinto de acceso restringido.

Por todas estas razones, ilustramos el presente reportaje con fotografías que hemos tomado prestadas del Ayuntamiento de Madrid, contrariamente a nuestra costumbre de utilizar material gráfico de elaboración propia, siempre que sea posible.


La Fuente de los Tritones está situada justo delante a la fachada occidental del Palacio Real, en una zona a la que está prohibido acceder. Fotografía del Ayuntamiento de Madrid.

A esta fuente a menudo se la confunde con la de las Conchas (h. 1776), situada unos metros más abajo, en el centro de las Praderas de las Vistas del Sol. Es fácil entender este equívoco, no sólo por la proximidad geográfica, sino también porque ambos conjuntos comparten una composición similar, a modo de frutero, y los mismos motivos escultóricos, tales como la figura mitológica del tritón.

Existe otro paralelismo y es que las dos fuentes son importadas. La de los Tritones llegó a Madrid procedente del Real Sitio de Aranjuez, mientras que la de las Conchas fue traída desde el Palacio del Infante don Luis, de Boadilla del Monte.

Historia

No existen muchos datos sobre el origen de la Fuente de los Tritones, aunque, dadas sus características formales, se piensa que fue hecha en Italia. Algunos autores datan su construcción a finales del siglo XVI, una fecha que se nos antoja muy temprana, teniendo en cuenta que las corrientes barrocas no se forjaron hasta el siglo XVII.


En esta pintura anónima, Carlos II aparece retratado de niño, con la Fuente de los Tritones de fondo, cuando ésta todavía adornaba los jardines de Aranjuez.

La máxima concreción a la que podemos llegar es que el monumento es anterior a 1657, fecha en la que aparecen sus primeras reseñas históricas, dada su tipología y factura, muy utilizada en Italia en la primera mitad del siglo XVII.

Se sabe que, en el citado año, fue colocada en el Jardín de la Isla, de Aranjuez. La instalación corrió a cargo del arquitecto real José de Villarreal (h. 1610-1662), que, por entonces, estaba dirigiendo las obras de remodelación y mejora de estos jardines históricos, diseñados hacia 1560-1565 por Juan Bautista de Toledo. Villarreal cumplía así los deseos del rey Felipe IV (r. 1621-1665) de rematar el extremo noroeste del recinto con algún elemento decorativo.

En su ubicación original, la fuente adornaba una plazoleta, cerrada mediante una tapia, que estaba próxima al Tajo y a la ría artificial, a través de la cual se comunicaba la Calle de Madrid con las Huertas de Picotajo. Pero, en tiempos de Felipe V (r. 1700-1746), fue trasladada a un nuevo enclave del jardín, denominado La Isleta.

Éste consistía en un parterre -levantado, a modo de apéndice, sobre el cauce del río-, en el que había siete estanques, en uno de los cuales fue situada la fuente. Se construyó entre 1731 y 1737, a partir de un diseño del ingeniero francés Esteban Marchand, terminado, tras su muerte, por Leandro Bachelieu.

La fuente permaneció en este lugar hasta 1845, cuando fue desmontada y llevada al Campo del Moro de Madrid, según las directrices marcadas por el arquitecto Narciso Pascual y Colomer, dentro de su proyecto de ordenación del Campo del Moro, firmado en 1844. Junto a ella, tal y como se ha dicho, también fue trasladada la Fuente de las Conchas.

Descripción

La fuente, de clara inspiración italiana, se estructura en tres cuerpos principales, separados entre sí por dos vasos de planta circular, de tamaños muy desiguales. A estos elementos se añade un pilón en origen cuadrangular, sustituido, durante el último traslado del monumento, por otro redondo.


En este dibujo correspondiente al largo periodo en el que la fuente estuvo en Aranjuez, puede verse el desaparecido pilón cuadrangular en el que estaba asentaba.

En el centro del pilón hay instalada una plataforma circular de tres gradas, que van reduciendo su diámetro conforme se va ganando en altura. Sobre la grada superior descansan tres tritones mitológicos, en actitud andante, que portan sobre el hombro una vasija, ayudándose con el brazo izquierdo, mientras que con el derecho sostienen un escudo.


Uno de los tres tritones que dan nombre a la fuente. Fotografía del Ayuntamiento de Madrid.

Las tres estatuas de tritones rodean un vástago central, alrededor del cual se disponen figuras femeninas, que sujetan cuernos de la abundancia y mascarones. Junto a sus cabezas, asoman bustos masculinos barbados, así como adornos florales y frutales.

Sobre el vástago central descansa un vaso en forma de concha, labrado en su parte externa con sirenas y animales fantásticos. De aquí surgen cuatro columnas agrupadas, custodiadas por ángeles, que sirven de soporte a un segundo vaso, decorado con motivos vegetales, coronas y máscaras con surtidores.

Remata el conjunto un pequeño amorcillo con una caracola y un delfín a sus pies, que se apoya sobre una canastilla en forma de capitel.

La Fuente de los Tritones está hecha en mármol blanco, excepción hecha del pilón y de las dos primeras gradas de la plataforma central, que presentan fábrica de granito. Su altura es de nueve metros.


Detalle del vástago del primer cuerpo y del vaso decorado con sirenas. Fotografía del Ayuntamiento de Madrid.

1 comentario:

  1. Muy ilustrativo. Encontré referencias de la fuente en "Misericordia", de Galdós. Gracias

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